Y TU ¿CUECES O ENRIQUECES?

🧠 No quiero tener razón. Quiero que razones.

Me encanta debatir. No discutir. No gritar. No sentenciar.

Debatir. Hablar. Escuchar. Entender.

La charla —cuando es honesta— es una forma de crecer. De ensanchar la mirada. De descubrir razones donde antes solo veías errores.

Durante años trabajé como comercial. Aprendí que cada conversación puede ser un puente o una trinchera. Y que todo depende de algo muy simple: 

👉 ¿Estás hablando para tener razón o para descubrir razones?

Me gusta opinar, sí. Pero me gusta aún más escuchar sin interrumpir. A veces, intento aportar sin menospreciar. Siempre desde el respeto.

Me gusta escuchar de verdad. Sin estar pensando en la réplica. Escuchar no para refutar, sino para comprender. Y a veces, cuando el otro tiene razón, callar… y aprender.

¿Qué es “tener razón”?

Cada uno tiene la suya: tejida con sus experiencias, creencias y valores. Tan únicos como sus huellas dactilares.

¿Quién soy yo para pasar por encima de nadie?

Ante todo, respeto. Qué cosa tan poderosa, eso.

💥 Porque cuando, en mitad de una charla, alguien me dice: “Mira, eso no lo había pensado así...” Ahí me dan ganas de brindar.

No por tener razón, sino porque alguien acaba de encender la luz en una esquina que estaba a oscuras.

Y por supuesto, a la inversa. En ese tipo de conversaciones, las dos partes ganan.

Crecen. Aprenden.

En cambio, en otras... gana el ego. El orgullo. La vanidad.

Que sí, quizá te dé el chute de endorfinas, de“ganar”, de “quedar por encima”.

Pero créeme: dura poco.

Luego viene la indiferencia, la soledad.

Y te quedas tú, y tu razón... y nadie con quien compartirla.

Cuando la respuesta se dirige a la persona, y no a contrastar ideas, entonces se pierde la esencia del dialogo

Es otra cosa. 

🎭 Porque hay quienes no escuchan. Solo esperan su turno para interrumpir. Entran a la charla como a un ring. No debaten: asaltan. No escuchan: se preparan para atacar.

Ridiculizan, imponen, se imponen.

Y lo peor: ni siquiera argumentan. Solo te pisan con su verdad. Porque sí. Porque “yo lo valgo”. Porque solo quieren tener la última palabra.

Muchos solo quieren aplauso, no diálogo. Ego, no entendimiento.

Y donde no hay argumento, solo queda ruido.

🗣️ Un buen debate no va de egos. Va de ideas. Va de sumar miradas. De abrir ventanas.

De escuchar más y hablar menos.

Pero escuchar de verdad.

Escuchar para aprender, no solo oír para contraatacar.

Pero para eso hay que tener ganas de razonar. No solo de vencer. No solo de convencer.

Además, siempre he pensado que quien tiene más ventaja —ya sea cultural, emocional o incluso de poder— es quien debe bajar y ponerse a la altura del que no la tiene. 

Porque la otra parte nunca podrá llegar a ese nivel, pues carece de las herramientas necesarias.

🔥 Porque al final, un fuego puede servir para iluminar… o para destruir.

Y tú decides:

¿Enciendes farolas o incendios?

Yo lo tengo claro.

Prefiero encender faros.

¿Y tú?

#CulturaDelDiálogo #PiensaLuegoHabla #FarosNoFuegos #RespetoMutuo