POLVO SOMOS.

Somos lo mismo.

Dicen que todo empezó con una gran explosión.

Una danza primitiva de energía, espacio y tiempo.

Un estallido que sembró el universo de posibilidades, con todos los cambios que eso implicó.

Y de ese caos… nació la Tierra.

Solo roca, vapor y silencio.

Y luego, como un susurro, llegó el agua.

Y en el agua…

las primeras bacterias.

Pequeñas. Invisibles. Poderosas.

Y de ellas, surgió todo lo demás.

La vida evolucionó, se transformó, se ramificó.

Distintas formas, una misma raíz.

Un origen compartido.

Sí.

Venimos de ahí.

De algo que no se ve,

pero que lo cambió todo.

Somos la continuación de ese milagro.

Del cúmulo de casualidades.

Del ensayo y error.

De la adaptación.

Del instinto de no rendirse.

Los árboles. Los pájaros. Los lobos. Los peces. Tú.

Todo viene del mismo sitio.

Del barro.

Del polvo de estrellas.

De una historia que aún respiramos.

Por eso, a veces, cuando miras a los ojos de un animal,

cuando hueles la tierra mojada,

cuando el viento te acaricia la piel…

algo en ti recuerda.

Algo en ti entiende.

No estamos separados.

No estamos solos.

Estamos hechos de lo mismo.

Somos lo mismo.

Llevamos dentro una chispa de aquel caos original.

Una huella del inicio.

Quizás solo haga falta un poco de sensibilidad y respeto,

algo menos de soberbia y ego,

y una pizca de sentido común.

Con esos ingredientes, tal vez logremos el menú ideal:

para entendernos,

o simplemente… para cuidarnos mejor.

#OrigenComún

#RespetoPorLaVida

#Evolución

#SomosLoMismo