BITÁCORAS DEL ALMA.

Nueve metros cuadrados. Cuatro niñatos. Un calabozo compartido en pleno agosto, sin aire, sin duchas, sin ley. Aquella mañana bajé de un salto de la litera y repasé mis trastos. Dibujaba, escribía... y administraba mis reservas de embutido y el poco dinero que me mandaba mi madre.  Ese día quería llamar a la novia.  Abrí la bolsa para recuperar la chatarra para la cabina telefónica…  Y de repente: ¡sorpresa! Me habían soplado 500 pesetas. Un pastizal.  Me acosté con todo en orden. Lo sabía.  Pegué el grito en el cielo y levanté a la tropa. —¿Quién ha sido el HIJOPUTA que me ha robado? Todos se levantaron rápido.  Cada uno corriendo a revisar sus cosas…  Y otra sorpresa. —¡A mí me faltan 100 pavos! —soltó el canario.  —Y a mí 200 —dijo el madrileño.  El gallego levantó la mano con cara de funeral:  —Pues a mi 500 más… Nos habían robado a todos.  En una noche.  En un espacio de 9 metros cuadrados.  Sin entrar nadie.  ...

Capítulo 1: EL CALABOZO. Hace algún tiempo, con 20 años apenas cumplidos, yacía con mis huesos en una litera maltrecha, sobre un colchón aceitoso y maloliente en un diminuto espacio de 9 m² con tres personajes más. Era agosto en Madrid con un calor infernal. Cada uno de nosotros se encontraba allí por diferentes motivos. Debíamos purgar, en tierra hostil, dentro de aquel cochambroso calabozo y cumplir nuestras penas —en previsión de salir provechosos mozalbetes con ardor guerrero y patrio—, por las "graves" faltas cometidas a su orden moral y militar. Una mañana, como otra de tantas que pasaron y otras que quedaban por pasar, me levanté por el sonido de la corneta y por el sutil esbozo de claridad que traspasaba las rejas del ventanuco y dibujaba cuatro barras en la pared contigua. Como cada día, faltaban 5 minutos para las seis de la mañana. Dormía en el nivel superior de una de las dos literas: ¡a las cucarachas les costaba más llegar hasta allí! Mi experiencia, y mi gradua...

Años vinculado al mundo del diseño de interiores, cocinas para Arguiñanos de turno, baños de postal o reformas que prometen bienestar… y al final, todos los clientes acaban preguntándose: ¿Mi piso es de revista o simplemente un piso de mierda? Por eso he creado este test. Rápido, y sin anestesia.  Solo diez preguntas.  Responde con SÍ o NO. Y sal de dudas enfrentándote a tu realidad. ¡Empezamos! 1.🌽 ¿Tu cocina tiene isla? 2.🛎 ¿El sofá toca la pared (y encima tiene funda)? 3.🚽 Sentad@ en el váter... ¿puedes tocar el pomo de la puerta sin estirar el brazo? 4.🚣 ¿Tienes pasillos? 5.🌱 ¿Tus plantas son de plástico? 6.🛋 ¿Tienes altillos ? 7.🚪 ¿Tienes armarios empotrados? 8.🌀 ¿Tienes gotelé en las paredes? 9💡 ¿Tu baño aún lo ilumina un glorioso fluorescente que parpadea como en peli de terror? 10.🪑 ¿El plato de ducha sirve también como "parking" del mocho y la fregona? Resultados: Si has respondido "SÍ" a la mayoría: Enhorabuena: no vives en un loft de diseño. Viv...

Vivimos tiempos gloriosos.  Un idiota puede tener un teléfono inteligente, un coche inteligente, una casa inteligente… hasta un perro que ladra por Wi-Fi. Pero lo verdaderamente difícil , lo que no viene con manual ni app de configuración, es tener una conciencia mínimamente sana.  Entenderte , aceptarte quererte.  Hoy lo importante es que todo se vea bien desde fuera : tu piso parece sacado de una revista nórdica, tu cara congelada por el bótox no muestra arrugas ni emociones, y tus redes enseñan más likes y postureo que verdades. Y que te envidien que te aplaudan que deseen tu vida.  Al menos la externa.  Pero que no te engañe ese escaparate. Porque mientras brillas para la galería, dentro quizás vive un personaje que ni tú soportas mirar .  Uno que diste forma con excusas, traumas no resueltos y frases motivacionales de saldo.  Uno que maquillas cada mañana, pero que no desaparece con agua micelar.  Un TÚ que, si lo conocieras de verdad, te dar...